Desde hace mucho Iván el Temible se ha convertido en un representante de Rusia en el extranjero. Así funciona la propaganda: los embajadores de Inglaterra son “the Beatles”, los de Francia son Pierre Richard y Louis de Funès – buenos hombres, amigos de todos, mientras los representantes de Rusia son Iván el Terrible (aunque en Rusia él tiene el sobrenombre de “el Temible”) y Stalin. A grosso modo, Stalin simboliza el siglo XX, es decir la época moderna, e Iván el Temible es responsable por toda la historia que transcurrió en el periodo antes de Stalin.
Son 2 figuras, en torno de las cuales se sujetan todas las charlas sobre Rusia, todas las rutas turísticas y además son los titanes, en cuyos hombros se mantiene el mito occidental sobre Rusia – el país bárbaro, oriental, pérfido, tiránico, donde viven las hordas de orcos (si aprovechamos el paralelismo de “El señor de los anillos”, o sean los persas de “Los 300 espartanos”, etc.). En cualquier caso los habitantes de Rusia son muy extraños, inaprensibles, que no quieren aceptar La iglesia católica, ni la revolución burguesa, ni tampoco la libertad del mercado, ni otros valores de Occidente. A propósito, el zar ruso Iván el Temible aun en los tiempos de la guerra con Levonia fue pintado (por la propaganda enemiga) en las hojas volantes como un sultán de Turquía.
Hay que reconocer que los mismos historiadores rusos en su mayoría favorecen tal interpretación de nuestra historia. Los hombres de letras, artistas orientados al Occidente son los primeros en demonizar cualquier cosa que no les cae bien por ser demasiado complicada para ellos. Estos especialistas tienen tantos esqueletos en el armario ruso, que podrán filmar miles de años de las películas dañinas para la salud mental (tipo “El Zar” de lo más reciente). Y esto siempre fue así.
Por ejemplo, aquí tienen el famoso cuadro “Iván el Temible mata a su hijo”, pintado por el famoso maestro ruso Iván Repin en 1885.
"Ante nosotros se encuentra un tirano, déspota, asesino, que ya está con un pie en la tumba, manchado de sangre… Y no es solo la sangre de su hijo, sino también de los habitantes de Nóvgorod y Pskov, de Tver y Pólotsk – de los smerdes desconocidos, “traidores”, como es sabido de todos. Ya desde hace mucho él se liberó de todas las leyes morales al haberlas superado: no es responsable ante nadie, y las vidas humanas ya no significan para él ningún valor" (fragmento de una de la reseñas).
A decir verdad, este cuadro del siglo XIX es la prueba principal de la crueldad patológica del zar Iván IV, que había muerto 3 siglos antes. No es sorprendente, que cuando el procurador general del Santísimo Sínodo y pensador ruso Konstantín Pobedonostsev lo vio en 1885, él se escandalizó bastante con su trama, porque en este cuadro la invención se había hecha pasar por un hecho histórico. “No se puede llamar el cuadro histórico, ¡porque es pura fantasía!”. En realidad el hijo de zar murió una semana después del rifirrafe con su padre, entonces no se puede decir que Iván IV lo mató, y según nuestros médicos, el hijo murió por un trauma que hoy día se cura muy rápido. Ciertamente, en las familias de los zares pasan cosas extrañas, pero igual que en todas las demás familias…
Pero la opinión pública, es decir la de los “intelectuales independientes”, no fue tan moderada, como la de Pobedonostsev.
“Conforme al historiador ruso Karamzín fue una muestra de buen gusto el pintar aquella época con negros colores, - escribió a finales del siglo XX el metropolita de San-Petersburgo y de Ladoga Juan. – Incluso los historiadores marxistas más conservadores consideraban un deber suyo rendir homenaje a la retórica rusófoba, hablando sin ninguna duda de “barbaridad”, “ferocidad”, “analfabetismo”, “terror” como los rasgos de la época”.
Vamos a ver si el gobierno de Iván IV fue tan macabro como se cree. El historiador Vadím Kózhinov en su libro “Las victorias y las desgracias de Rusia” cita los estudios minuciosos más recientes de R.Skrýnnikov “El reino del terror” (1992) y D.Álshits “El inicio de la autocracia en Rusia. El estado de Iván el Temible” (1988), donde quedó demostrado, que bajo el gobierno de este Zar habían sido ejecutados de 3 a 4 mil personas, cuya mayoría aplastante habían sido gente de Nóvgorod, acusada de traición, porque se había hallado una “carta”, según la cual el principado de Nóvgorod tenía intención de pasarse al poder del rey de Polonia Sigismund II. R.Skrýnnikov opina, que ese fue un documento falsificado, hecho en el extranjero por los funcionarios de Sigismund II, o tal vez por emigrantes rusos. Pero Iván IV lo creyó y por orden suya se inició la represión salvaje contra la gente de Nóvgorod.
Y aquí está la comparación importante, - dice Vadím Kózhinov. – Que precisamente en vísperas del reinado de Iván el Temible en Inglaterra gobernaba el rey Henry VIII, que recibió el sobrenombre de El Sangriento (aunque los historiadores ingleses casi no usan este sobrenombre). Bajo el reinado de Henry VIII en particular, 72 mil personas fueron ejecutadas por vagabundeo, que se generalizó en aquel tiempo a escala nacional, porque muchos dueños de tierras expulsaban a los campesinos arrendatarios para convertir sus tierras en pastos para ovejas, cuya lana era mucho más rentable. Estas ejecuciones no fueron una manifestación del abuso del rey, porque la ley, según la que al vagabundo capturado por tercera vez en seguida lo ejecutaban, había sido aprobada por el parlamento, electo por la población, y como se dice, la ley es dura, pero es la ley…
Claro, se puede estar de acuerdo, que el abuso de poder es más preñado de consecuencias graves que la ley, porque fácilmente se puede caer sobre la gente absolutamente inocente. Sin embargo, es lógico, que los campesinos, que se habían vuelto vagabundos por la “perestroika” del sector de agricola en Inglaterra tampoco tenían la culpa… Mientras tanto por medio de una sola ley de vagabundeo durante 28 años de gobierno de Henry VIII fue ejecutada aproximadamente 20 veces más gente, que durante los 37 años del gobierno de Iván IV (la población en la Inglaterra y en la Rusia de aquellos tiempos era casi igual).
Además se puede agregar que durante una sola noche, La Noche de San Bartolomé en París (en la misma época de Iván IV) fueron asesinadas de 5 a 30 mil personas (mujeres, ancianos y niños incluidos). Y claro, que nuestro zar Iván IV, como muchos otros monarcas de Europa, juzgó esta práctica de violencia sin precedente.
“¿Iván el Temible es un tirano ávido de sangre? – sigue revisando el pasado de Europa el historiador ruso Vladimir Tsvetkóv. – En este caso ¿quién es la reina Isabel I de Inglaterra, que al haber decapitado a María Estuardo, corrió el riesgo de quedarse sin súbditos, porque los había decapitado a 89 mil? Por supuesto, a ninguno de ellos, a diferencia de Iván IV, ella no los registró en los libros conmemorativos ni mandó dinero a los conventos para la conmemoración eterna”.
También es interesante mencionar, que ¡el imperador Alejandro III, el Pacificador, a principios de su reinado en 1882 hasta mandó a pintar los iconos de El Temible! La cuestión de la canonización de Iván IV es una de las más discutibles para la Iglesia Ortodoxa Rusa, y sin embargo, de eso se trataba y sigue tratándose, ¿y no sin razón, ah? – concluye Tsvetkóv. Se refiere a la misión centralizadora de Iván el Temible. y de su fervor religioso. Se puede hablar de que su reinado tuvo muchas fallas, etc., pero él obtuvo una cosa principal – la creación del estado ruso centralizado bajo el mando de un solo monarca, a propósito - a la manera occidental, cuando en el Occidente ya se formaron (tampoco con guantes de seda) las monarquías absolutistas.
P.S.
“Instruyendo a los creadores de la película “Iván el Temible”, el director Eisenstein y el protagonista del papel principal, Cherkasov, Stalin dijo: “Ioann el Temible fue muy cruel. Mostrar que él fue cruel es permisible. Pero la tarea es mostrar también porque hay que ser cruel. Uno de los errores de Iván el Temible fue que él no eliminó a 5 grandes familias feudales. Si él hubiera eliminado a esas 5 familias, no habría advenido ningún tiempo de disturbios”, - cita a Stalin el historiador, coronel de reserva Nikolái Shajmagonov. – A Iván el Temible lo llamaban el tirano, le echaron la culpa de crueldades exorbitantes, y mientras tanto Stalin, que estudiaba cuidadosamente la política del zar, sacó una conclusión, que él incluso había demostrado suavidad excesiva a las familias de boyardos, indispuestos contra él. Los había indultado y así dejó sumir a Rusia en un tiempo de disturbios, que eliminaría casi la mitad de la población de Moscovia”.
Efectivamente, cuando desde Occidente se habla de Rusia, parece obligatorio mostrar una sensación de "crueldad", "terror", "miedo", "falta de libertades", "ansia de dominio", "subordinación hacia un poder absoluto" y demás saambenito puestos por un poder/actor autollamado "liberal" (Occcidente). Ivan IV y Stalin serían los símbolos de esa "Rusia" despótica y "antiliberal" concebida por Occidente (unos Ivan IV y Stalin ahistóricos, claro está). Pushkin, Dostoevski y Solzhenitsin, por otra parte, serían los símbolos de "la Rusia que pudo sser y no fue", esto es de la Rusia "ideal" concebida por Occidente y hecho a su imgen y semejanza, una Rusia "liberal", "ilustrada", "luminosa"... "democrática" (y d´´ocil, ya que el árbitro del partido, quien reparte las etiquetas es el missmo Occidennte).
ResponderEliminarCon este comentario no quiero establecer el paralelismo entre los tres escritores, no quiero meterlos en el mismo saco; lo único que quiero decir es que para Occidente simbolizan ese tipo de Rusia occidentalizada, la Rusia heccha a imagen de semejanza de Occidente (otra cosa es que esos tres quisiera ese destino para Rusia, parece que es cierto en algunas fases (no durante toda su vida) de Solzhenitsin, pero nome refiero a ellos, sino al símbolo heccho de ellos).
Por otra parte volviendo a Ivan IV, en alguna fuente leí que a pesar de ser tan cruel, no era visto con malos ojos por el pueblo, o por lo menos, el pueblo no tenía peor opinión de Ivan IV que de los demás zares. Ésto debe ser a que fue muy cruel tambiñen con los boyardos que hasta entonces estaban por un pedestal por encima del pueblo e Ivan IV con crueldad eso sí, igualó (rebajó) bastante su estatus al pueblo. A fin de cuentas, el pueblo no trataba en su vida diaria con el lejano zar de Moscú, trataba con el boyardo.
Por ejemplo, tenemos el ejemplo de la oprichnina, y sus integrantes los oprichniki, la guardia de corps de Ivan. La oprichnina en la historiografía "oficial" se ha visto como uno de los caprichos crueles de Ivan IV, pero para los rusos corrientes (clases más humildes y nobleza baja) podía ser visto como una forma de promoció social al margen de la aristocracia jerárquica clásica. Cualquiera que fuese leal al zar podía ser un oprichniki y tener tierras. Así pues podía inter`retarse como una manera de pre-igualitarismo (un igualitarismo discutible, eso sí). ¿Es correcta ésta interpretación?
Por otro lado, dos dudas. Por una lado pensaba que el Estado ruso "entero" no lo había creado Ivan IV el Terrible sino Ivan III el Grande. ¿Es cierto? Y la segunda, ¿Novgorod fue en alguna época capital de Rusia?
si, Novgorod lo fue.
ResponderEliminarY también tiene razón, que Iván III, el abuelo de Iván IV, unió a muchos principados en torno de Moscú (pero no a todos: por ejemplo, la república de Pskov seguía siendo independiente, manejando su propia moneda). Además Iván III hico Moscú la ciudad más importante del país. También desposó a Sofía Paleologue al vincularse de esta manera con la familia de los reyes bizantinos, etc. Pero a pesar de ser el Grande entre los príncipes rusos, formalmente no fue el zar, y a pesar de promover la idea de la Tercera Roma y de la filiación del Imperio Bizantino, no fue reconocido en el extranjero como la persona igual entre los demás monarcas.
Mientras Iván IV formalizó definitivamente la centralización de Rusia (al unir los más separatistas (como al mismo Nóvgorod, que a pesar de entrar en Rusia gozaba de cierta independencia) y se proclamó como zar según el canon bizantino y con la bendición del patriarca de Konstantinopla.
Se puede decir, que Iván III había diseñado el proyecto y empezado a realizarlo, mientras Iván IV lo llevó a cabo. Iván el Temible además irrumpió en la política internacional, entonces, en Moscú apareció la primera embajada (la de Inglaterra), empezó a negociar activamente con los ingleses. El estado nació y empezó a crecer, de donde proviene el conflicto con Livonia por la causa de competencia en el mercado de trigo.
Pero tiene razón, tal vez, que me haya expresado un poco enredado. Las palabras clave en el caso del gobierno de Iván IV son "autocracia absolutista" y el "reinado zarista". Entonces, él moderó el estado, creado por Iván III hasta el absolutismo.
Con respecto a nuestros intelectuales, si, ellos en su mayoría padecen "esquizofrenia", idealizando el extranjero, tienen un concepto del mundo bastante asimétrico. Es un problema interesante del genesis de las élites periféricas (porque unas son derechas y otras - izquierdas, etc.).
En nuestro caso, es una forma de amor no correspondido a “metrópolis”.
No hay nada malo en el amor a "el otro", el problema es que muy a menudo este amor no tiene límites, es muy exagerado (“Tarás Bulba” de la escala nacional). Pero también muy a menudo lo que pasa en realidad no se trata del amor, sino de la prostitución… Y eso lo detesto, cuando en el mismo interés de las experiencias occidentales o cualquieras otras no hay nada malo.
No pillo lo de Taras Bulba. No se qué quieres decir con ello. Me parece que Taras Bulba era un líder cosaco, ahora bien, no se qué vinculación tiene con el tema. Perdón por la ignorancia.
ResponderEliminarLa verdad es que la occidentalofilia rusa ees un fenómeno curioso: desde los dekabritsi, hasta algunos de los izquierdistas de fines del XIX, los kadets, los "marxistal legales" 8Struve y compañía que acabaron de luchar para los blancos), Trotski y su revolución permanente que se creía que Rusia era incapaz de llevar a cabo una revolución, los disidentes liberales durante la URSS (zaristas com,o Solzhenitsin, "demócratas" como Sakharov o Ginzburg); Chicago Boys y algunos "reformistas" del PCUS en los 80-90; y hoy en día desde antiguos burócratas encastillados en el poder (Yeltsin y sus colegas, Berezovski, Khodorkovski...); "democrátas" antiputinistas como kasparov e incluso "marxistas" como Boris Kagarlitski.
Agur!!
"Tarás Bulba" es una novela de Gógol, y si, usted acertó, se trata de un lider casaco, cuyo hijo se enamoró de una polaca y traicionó a su padre durante la guerra)) No importa y no tiene nada que ver con la ignorancia.
ResponderEliminarEl conficto entre las élites con respecto al Occidente en los tiempos de Dostoevsky llegó a cualificarse como el conflicto entre los occidentalistas y los eslávofilos.
Y hasta el presente estamos en el)))