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lunes, 12 de mayo de 2014

Wallersten: Lenin podría ser el héroe nacional de Rusia

Lenin y el leninismo hoy: una entrevista con Immanuel Wallerstein

*** Publicado originalmente en International Critical Thought, Vol. 2, N° 1, Marzo 2012

[Traducción: Luis Garrido]

Gao Jingyu (GJ):  El “socialismo real” de la Unión Soviética —el cual supuestamente estaba basado en lo que es llamado el “marxismo-leninismo”— falleció hace 20 años. ¿Cómo ves al marxismo-leninismo hoy en día?

Museo de la obra de Lenin en Léninskie Gorki
Immanuel Wallerstein (IW): El marxismo-leninismo está muerto. No hay manera en que sea capaz de re-emerger. Pero ni el leninismo ni el marxismo están muertos. Y el mismo Lenin está en camino a la resurrección histórica en Rusia. Desafortunadamente, el fracaso en distinguir analíticamente entre estos varios conceptos es amplio, e incapacita un pensamiento claro no sólo en Rusia sino en todas partes del mundo.

El marxismo-leninismo fue una invención pos-1923 de los altos mandos soviéticos. Fue impuesto a los partidos comunistas a lo largo del mundo, y se convirtió en una camisa de fuerza en que eran forzados a operar (o ser denunciado como contrarrevolucionario). Lo que hemos venido a llamar marxismo-leninismo fue elaborado como un catecismo que fue incesantemente repetido, pero cuyos detalles podrían alterarse cuando sea que el liderazgo soviético decidiera cambiar las tácticas geopolíticas. Fue una rígida doctrina que de hecho fue bastante maleable, pero maleable sólo para el liderazgo soviético. El marxismo- Immanuel Wallerstein, Lenin y leninismo hoy, leninismo no tuvo una definición intelectual permanente. Era tanto un grave pecado adherir a una versión obsoleta del marxismo-leninismo como participar en un debate intelectual serio acerca de su última versión aprobada.

El marxismo-leninismo fue una doctrina viable mientras vivió Stalin, y podría hacerla cumplir por medio de repetidas purgas, y afuera de la URSS a través del largo alcance de la estructura ejecutiva soviética. Cuando Stalin murió, la cuestión política inmediata si alguien más podría asumir el control de esta estructura ejecutiva. La respuesta resultó ser no.

El informe de Kruschev para el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) representó la rebelión de la nomenklatura en contra de la estructura ejecutiva stalinista. Sin embargo, Kruschev no permitió por ello otra versión del marxismo-leninismo que consiguiera la conservación estable del régimen, lo cual fue la intención de Kruschev. En vez de eso, su informe socavó irreparablemente la legitimidad de la doctrina, como muchas personas dentro y fuera de las estructuras del Partido Comunista observaron abiertamente. Para la época en que Gorbachov llegó al poder, nadie en el mundo siguió siendo en algún sentido significativo un marxista-leninista.

500 páginas por día fue norma de lectura de Lenin
No obstante, la muerte del marxismo-leninismo no constriccionó por mucho tiempo la vida continua tanto del marxismo como del leninismo como construcciones intelectuales y políticas. De hecho, era casi todo lo contrario.

La muerte del marxismo-leninismo dio nueva vida tanto al marxismo como al leninismo. La muerte del marxismo-leninismo liberó al marxismo como un modo de análisis y como una inspiración para varias tendencias políticas de izquierda alrededor del mundo. Por una cosa, relegitimó un debate sobre las propias ideas de Marx. La gente realmente empezó a leer los mismos escritos de Marx en vez de confiar en versiones abreviadas propagadas por los voceros del marxismo-leninismo. Ni tampoco fue el redescubrimiento de las ideas de Marx reservadas a las personas en la izquierda política. La crisis económica mundial de las últimas décadas, y especialmente de los últimos años, ha llevado incluso a los expertos conservadores a encontrar ideas útiles, e incluso apremiantes, en los análisis de Marx. En 1999, una encuesta de la BBC News Online preguntó a los encuestados británicos por el nombre del gran pensador del 
milenio. Karl Marx encabezó la encuesta.

Sin embargo, lo que es más interesante que el resurgimiento que las propias ideas de Marx es la supervivencia del leninismo como una doctrina. ¿Cómo puede ser esto si el marxismo-leninismo está muerto? Para responder esa interrogante, tenemos que analizar qué es el leninismo. Marx famosamente dijo, “no soy marxista”. Lenin bien habría dicho “no soy leninista”.

GJ: Entonces, ¿qué cree usted que constituye al leninismo?

lunes, 15 de abril de 2013

lluvia de ideas de Zinoviev en el tejado de Kara-Murza


por Antonio Fernández Ortiz

 Alexandr Alexandrovich Zinoviev [1922-2006] - In memoriam

Para recordar a un pensador lúcido, excéntrico, muy desconocido y casi olvidado por los que le conocieron, fallecido recientemente en Moscú



-Alexandr Alexandrovich, ¿realmente ha cambiado su actitud con respecto a la Unión Soviética de manera tan radical como algunos comentan? Y si es así, ¿cuáles eran los aspectos fundamentales de su crítica a la URSS, y sobre cuáles de ellos ha cambiado usted de opinión? 


piloto de guerra, 1940-1946
-En primer lugar he de decir que mi opinión no ha cambiado, simplemente ha pasado el tiempo, ha cambiado la situación en el mundo. El comunismo soviético ha sido derrotado y yo no golpeo al caído. Yo fui uno de los críticos del comunismo y del sistema soviético cuando el comunismo prosperaba aquí y además representaba una amenaza para Occidente. Ahora ya no existe la Unión Soviética y no existe el Bloque soviético. El sistema comunista ha sido destruido y para mí ya no puede ser objeto de crítica. El objeto de mi crítica y análisis es ahora el sistema poscomunista, es decir, todo lo que ha resultado del proceso de destrucción del sistema soviético. Sin embargo todo esto se percibe ahora como si yo hubiese cambiado mi visión sobre el comunismo. Si yo afirmo, por ejemplo, que Gorbachov, como hombre de estado fue un cretino y desde el punto de vista moral un miserable, de esto no se deduce que ahora tenga una buena opinión sobre Brezhnev. Brezhnev sigue siendo para mí, al igual que antes, una total nulidad, una de las personas que propiciaron la caída de la URSS. Yo no he cambiado de opinión, sino que han cambiado de opinión millones de personas con respecto a mí. Por los mismos libros que antes me consideraban anticomunista, ahora me consideran rojo. Y se esfuerzan en presentar el asunto como si yo hubiese cambiado radicalmente de posición. Pues no. De mis antiguos libros yo no renuncio ni a una sola palabra. Pero yo sigo adelante, y escribo nuevos libros sobre la nueva época. Ahí es donde reside la clave del asunto. 

-¿Cuál fue el objeto principal de su crítica al proyecto soviético? 

Desde mi juventud, viví en determinadas circunstancias que me permitieron conocer la naturaleza real del comunismo, no del comunismo ideológico, marxista, sino del real, el que se construía en la Unión Soviética. Lo viví y lo comprendí desde el principio, y desde mi juventud me encontré en la oposición al comunismo real. Al principio, cuando era joven, sólo me fijaba en sus deficiencias, pero más tarde, a medida que fui madurando, recibiendo educación e investigando de manera más profunda la sociedad soviética, me puse a mí mismo un objetivo: estudiar e investigar esta sociedad de forma científica y aclarar si las insuficiencias del comunismo eran circunstanciales o una consecuencia inevitable del mismo. En aquel entonces, en la Unión Soviética, la posibilidad de investigar científicamente sobre el comunismo ruso estaba excluida. Decir la verdad, desde un nivel científico, sobre el comunismo, era imposible debido al dominio de la ideología soviética. Y en Occidente el acercamiento científico al comunismo era imposible, allí la situación era la contraria, consideraban al comunismo y a la URSS como el imperio del mal.

Pero desde un punto de vista científico el comunismo no fue ni un bien ni un mal. Fue un sistema social objetivo, en el cual se dieron aspectos positivos y negativos, ambos estrechamente relacionados. Los fenómenos negativos serían inconcebibles sin los positivos y los positivos sin los negativos. Le pongo un ejemplo: en la URSS nunca hubo desempleo, estaba garantizado el trabajo para todos, sin excepciones. Esto fue un logro positivo indiscutible. Pero este logro positivo estuvo relacionado de manera inseparable con otro negativo: todos los adultos con capacidad para trabajar estaban sujetos a su lugar de trabajo, estaban obligados a trabajar. El derecho al trabajo y su garantía significaban al mismo tiempo una situación de semi-servidumbre. Las personas que se negaban a trabajar eran consideradas delincuentes, parásitos. Otro ejemplo: en el sistema comunista de la URSS estaba garantizada la educación gratuita, la atención sanitaria gratuita, la entrega gratuita de vivienda, etc. Desde luego que todos éstos eran logros positivos. Pero al mismo tiempo tenían su parte negativa: un bajo nivel de vida comparado con Occidente, ausencia entre la gente de un interés por el trabajo intensivo, actitud chapucera, embaucamiento, simulación, etc. Es decir, todos aquellos aspectos negativos del comunismo que eran conocidos por todos en el mundo y que fueron sometidos a crítica. Estos aspectos negativos no fueron el resultado de la mala intención, sino que fueron engendrados por la propia naturaleza del comunismo, por sus propios logros positivos. 

...Es muy importante comprender ahora que el sistema comunista para Rusia no fue circunstancial, sino consecuencia del desarrollo natural de aquello que fue Rusia hasta la Revolución. Los componentes fundamentales de la sociedad rusa anterior a la Revolución fueron: un feudalismo moribundo y un naciente, pero muy débil, capitalismo. Habitualmente sólo se tienen en cuenta estos elementos, pero había una tercera fuerza. Era el sistema estatal. La sociedad rusa fue siempre, desde sus orígenes, una sociedad en la que dominó lo estatal. En realidad, el estatalismo fue siempre la base de la sociedad rusa, incluso la base de sistema feudal ruso, ya que el feudalismo ruso nació del funcionariado estatal. Al no estar desarrollado el sistema monetario, a los funcionarios, en realidad, les pagaban con tierras y personas. El sistema económico que se desarrollaba en Rusia, justo antes de la Revolución, se desarrollaba en la medida que existía el Estado. En el sistema comunista también dominaba el mismo estatalismo. La Revolución de 1917 acabó con el feudalismo y con el capitalismo, pero dio curso libre al estatalismo. Después de la Revolución, el estatalismo se desarrolló de una manera muy fuerte e incluso se convirtió en un "superestatalismo". En realidad, en la URSS, todo lo que llamaban propiedad social era en realidad propiedad estatal, y toda la población soviética se convirtió, de hecho, en empleados del Estado. Es decir, trabajaban para el Estado y recibían de él su salario. La estructura de clases era totalmente diferente a la existente antes de la Revolución y diferente a la existente en Occidente.
en 1978 se emigró de la URSS

En Rusia el sistema comunista se identificó, se unió, de una manera tan
sólida con las tradiciones rusas, con el carácter del pueblo ruso, que la quiebra del comunismo ha supuesto al mismo tiempo la quiebra del pueblo, la quiebra de Rusia en general. Tiempo atrás, incluso antes de que apareciera Gorbachov y empezara la Perestroika, en mis libros advertí que el comunismo no era el Paraíso sobre la Tierra, pero que todo lo que viniera a sustituir al comunismo sería todavía peor, es más, que la quiebra del comunismo en Rusia significaría la quiebra de Rusia. En realidad, la Guerra Fría de Occidente contra Rusia fue dirigida no tanto contra el comunismo como contra la propia Rusia. Y así ha ocurrido. Ya entonces introduje la formula: "apuntamos al comunismo y le damos a Rusia". Yo afirmo esto teniendo como base de mi afirmación que en la propia sociedad occidental existen todas las insuficiencias que veíamos en el comunismo. Criticaban el comunismo por su burocratismo y en realidad el sistema burocrático en los países occidentales, por ejemplo en los EEUU, en Alemania, en Francia es mucho más fuerte que lo era en Rusia. Criticaban a la URSS por su economía planificada. Ahora incluso los anticomunistas reconocen que la planificación en la economía occidental es mayor que la que había en la URSS. Además en la URSS los planes se establecían, pero normalmente no se cumplían o no se cumplían de la manera establecida. Pero si toma usted la economía moderna occidental, por ejemplo, la americana o la europea occidental, sin planes no puede existir. Es más, los planes los establecen ya no sólo para cinco años, sino incluso para diez, quince años. Si tomamos la economía moderna occidental, a la cual yo llamo "totalitarismo monetario", vemos que es un sistema gigante, controlado por el sistema financiero, por un supersistema financiero que posiblemente esté planificado para un siglo entero.

En la situación en la que nos encontramos, yo simplemente hago un llamamiento, no sólo a los rusos, sino también a las gentes de Occidente, a mirar profundamente, a reflexionar sobre lo que fue en propiedad el comunismo, mirando a su alrededor, y a darse cuenta de que lo mismo se está produciendo en Occidente. En realidad, en Occidente, la época actual es, no sólo poscomunista, sino que además es posdemocrática, es decir, la época de la democracia liberal se ha acabado y ha llegado la época del totalitarismo, del totalitarismo occidental. Se le puede llamar totalitarismo democrático o democracia totalitaria. Es una nueva época en la que ha ocurrido un cambio grandioso.

Por cierto que la idea del acercamiento entre el comunismo y el sistema occidental la promocionaron los sociólogos occidentales. La teoría aquella de la convergencia. No fueron los comunistas los que la promocionaron. En esta idea había mucho de justo, y en realidad se produjo un acercamiento entre el comunismo y el occidentalismo, como yo llamo al sistema Occidental... 

-¿En que planos se produjo aquel acercamiento...? 

-En muchos... 

-Pero Rusia y Occidente son diferentes en aspectos fundamentales, determinantes. Por ejemplo el modelo antropológico es totalmente diferente. El modelo de hombre soviético, es más, el modelo de hombre ruso, incluso como concepto histórico, es diferente al occidental... 

-Esto no es del todo así. El comunismo ruso es el occidentalismo en las condiciones de la pobreza rusa, en las condiciones de un desierto social, así se puede hablar de Rusia. El occidentalismo es el comunismo ruso, pero en las condiciones de la excepcional riqueza occidental, en las condiciones de la jungla social occidental.


viernes, 20 de julio de 2012

Un suicidio bajo pretexto de modernización


Al parecer, la adhesión de Rusia a la Organización Mundial del Comercio (OMC) es el tema principal en la agenda política del país del verano de 2012. Como se sabe, la incorporación fue ratificada bajo presión del partido dirigente: "Rusia Unida". Los ancianos conservadores del PCFR, igual que los liberal-populistas del Partido Liberal-Demócrata de Rusia y los social-demócratas pro Putin de "Rusia Justa" votaron en contra.

Los partidarios de la incorporación repiten que, obviamente, en la situación actual (es decir, vendiendo petróleo, gas y metales), Rusia pronto se verá muy beneficiada. En cambio, los opositores indican que la adhesión a la OMC solamente va a congelar para siempre las humillantes circunstancias actuales.


Para calmar a los que rechazan la incorporación, los adeptos de la OMC hacen referencia a China, pero sus rivales no parecen satisfechos con esto, teniendo en cuenta las experiencias de países ex-soviéticos tales como Armenia, Georgia, Moldavia, Letonia o Kirguizia, los cuales no lograron mucho para jactarse.

Para los liberales, la membresía en la OMC es un atributo indispensable de un país moderno, es como una chaqueta -por supuesto que es más cómodo andar en un traje deportivo que en una chaqueta-, pero la pertenencia a la alta sociedad requiere el cumplimiento de ciertas normas.

Los patriotas no están de acuerdo pues aseguran que la OMC será una camisa de fuerza para la economía rusa. Es curioso que la cuestión de la adhesión de Rusia al GATT empezara en 1986, aún en la época soviética. Según tengo entendido, en la OMC de hoy mandan los miembros más antiguos y, en este caso, la URSS, de haber entrado en otra época y en otra calidad, podría haber tenido mucho más peso. La situación actual es muy diferente. Primero, Rusia no es la URSS (la URSS controlaba mas del 30% del mercado mundial de aviones, mientras Rusia importa los aviones de la tercera mano, y se le cayen todos los días); y segundo, ya es tarde, llegamos para el fin de la fiesta, bajo las condiciones de los parientes pobres.

Como las tecnologías rusas de hoy dejan mucho que desear (se notan los 20 años de destrucción de la economía por los liberales), el riesgo más fuerte consiste en lo que los productos de importación vayan a matar las restantes y moribundes industrias rusas. En este caso, el "efecto positivo" de los precios bajos de las importaciones para los consumidores no va a durar mucho: pronto los consumidores se quedarán sin trabajo. Otra consecuencia arriesgada para la industria es la igualación de los precios de materias primas para la producción interna.

Dado que somos el país más frio del mundo (podemos competir en las temperaturas más bajas sólo con Mongolia), tampoco nuestra agricultura puede ganar. Rusia no es Canadá: nuestra población es 5 veces mayor, Canadá se encuentra a una latitud comparable a la de "nuestra" Crimea, además de que cultiva uva y durazno, lo que sería una locura para nosotros. Toda Rusia se ubica en un infierno climático, cosechamos una vez al año, es muy caro mantener el ganado (si en Argentia la carne crece en arboles, en Rusia la sacamos de debajo de las piedras), etc. El campesino ruso puede competir con sus colegas de otros países sólo en producción de arándano rojo o vaccinio [en el extranjero ni saben que es eso: son bayas pequeñas de los pantanos de nuestros bosques].

De todas formas, esperamos que la OMC muera antes que Rusia. Es irónico que "Russia Today" interprete el hecho como una especie del nuevo Pacto Mólotov-Ribbentrop: crudo a cambio de tecnologías. Los lunáticos de la RT no entienden de que se trata... Rusia se incorpora a la OMC al haber matado durante los últimos 20 años toda su industria, Rusia entra en el club de los ricos y fuertes en calidad de una prostituta, que vende su cuerpo a cambio de la comida y joyas plásticas.


jueves, 12 de enero de 2012

chistes sobre japoneses, chinos y tadzhiki

Una vez en un pueblo de chukchi nació un niño inteligente. Lo expulsaron cubierto de oprobio y lo llevaron a una isla lejana…
Así aparecieron los japoneses.


Enviaron a un espía japones para que sacara las fotos de Lenin en el mausoleo. Pues, la primera vez no salió nada – la KGB comisó la camara y no autorizó a sacar las fotos. Entonces le implantaron otra super-camara en su gorra, pero otra vez fracasó. Envian al espía japones la tercera vez, camuflaron camara en un botón – como siempre no sale nada. Entonces el japones vio a un borrachín ruso al lado del mausoleo y le ofreció a sacar la foto de Lenin a cambio de una caja de vodka. El borrachín esta de acuerdo. Pasa un tiempo, el enviado regresa con un saco y dice: ¿Y donde vamos a fotografiar – aquí o al aire libre?


Suben en ascensor 2 japoneses, un georgiano, un armenio y un azerbaidzhano. Entonces un japones dice al otro: “Estos rusos por su cara todos parecen fotocopias”.


Un japones pregunta al otro:
- Adivina, ¿que tengo en mi puño?
- ¿Televisor?
- Correcto, y ¿cuantos?


Se prepara para el vuelo al Marte la primera expedición internacional. Los japoneses rellenan la nave con el equipo electrónico más avanzado. Los estadounidenses ponen la publicidad de Coca-Cola. Los alemanes hacen el revestimiento exterior del acero moderno y instalan los motores. Los franceses cortan los escafandros de moda. Los italianos conservan la pasta en latas. Los ingleses estan preocupados por la navegación. Los africanos cavan el foso en el cosmódromo. Los árabes rezan celosamente. Pero claro, que van a volar los rusos. Solo ellos pueden sobrevivir en cualesquiera condiciones. No obstante llegarán al Marte solo los chinos, que se colan a la nave ilegalmente.


La URSS declaró la Guerra a China. Al día siguiente 600 millones de los chinos se entregaron prisioneros, y la URSS firmó la capitulación incondicional.


Sale a la frontera con China un paladín ruso y grita:
- He! 100 mil chinos, ¡vengan a detrás de la colina a pelearse!
Se reunieron los chinos y fueron a la pelea… Al cabo de 2 días de detrás de la colina sale el paladín y grita:
- He! 100 mil chinos, ¡vengan a detrás de la colina a pelearse!
Se juntaron los chinos y fueron a pelearse… Al cabo de 2 días sale apenas pegado el paladín y grita:
- He! 100 mil chinos, ¡vengan a detrás de la colina a pelearse!
Se volvieron a reunir los chinos… De pronto detrás de la colina sale arrastrándose un chino sobreviviente y cuenta, sacando fuerzas de flaqueza:
- ¡No vengan! ¡Por allí son dos!


A un chino, le preguntan:
- ¿Como le pareció Moscú?
- Fantástico: limpio, tranquilo y muy poca gente…


Yuán puede convertirse en una moneda de reserva mundial – ¡pues, cada uno va a ser respaldado por un chino vivo!


Asia Central


Los chistes sobre tadzhikes a mi juicio se parecen un poco a los de chukchi, pero además en ellos se agudiza el aspecto de la inmigración ilegal de los tadzhikes. Este pueblo persa, muy ingenuo y muy trabajador ha inundado el mercado ruso de su mano de obra (no siempre barata): son limpiadores de calles, niñeras, obreros de todo tipo… Muchos rusos se quejan del monopolio étnico de los tadzhikes en el sector de los servicios comunales y es pura verdad, ya que los tadzhikes simplemente aprovechan la corrupción en este sector para cubrir todo el trabajo, que haya allí… Como Tadzhikistán es un país sumamente pobre, que tiene frontera con Afganistán, no es sorprendente que por desgracia muchos tadzhikes se hayan vuelto mulas de droga, que llevan la heroína afganí a las ciudades más grandes de Rusia (con la bendición de los EE.UU casi toda la heroina mundial se cultiva hoy en día en Afganistán). Los tadzhikes pupulan por la estación “Komsomolskaya” de la línea roja del metro de Moscú, ya que por encima de la estación se hallan las 3 estaciones ferrocarriles, ellos organizaron en esta estación del metro una especie de la bolsa de trabajo – allí contratan unos a otros, venden papeles mojados, ofrecen el alquiler, entre otros. Eso suelta a la vista y claro, que irrita a los moscovitas.


¡Estimados moscovitas y los huespedes de la capital! ¡Favor seguir echando la basura, estrellando las botellas y echando las colillas, donde se les ocurra! ¡NESECITAMOS TRABAJO!
Atentamente, diáspora de Tadzhikistán.


Un armenio, un tadzhik y un ruso encontraron una botella. La abrieron, y de ella salió volando un geniecillo. Pues, pueden tener un deseo, - dice. – Pero solo uno para los tres. Ellos pensaron y dijeron: “Haz así, que se haga menos lo, que tenemos demasiado en nuestros países”. El geniecillo cumplió el deseo. Entonces, ellos decidieron ir a ver, que se cambió. Llegaron a Armenia – y por allí ya no había tantas montañas como antes. Llegaron a Tadzhikistán – se hizo menos frutas. Pero cuando llegaron a Rusia, de pronto el tadzhik y el armenio se desparecieron.


Van en un tren un tadzhik, un jojol y un ruso. Todos están en un compartimiento. Entonces el tadzhik saca una sandía jugosa, cortó un poco, lo comió y el resto tiró por la ventana. El jojol con el ruso gritan: - ¡Pero que estas haciendo! ¡Tan jugosa sandía! El tadzhik responde: “Pero si las hay muchas en mi patria”. Bueno. El jojol piensa: no soy peor que él. Saca un grande y muy sabroso pedazo del salo. Cortó un poco, comió y el resto tiró por la ventana. El tadzhík con el ruso gritan: ¡Que haces! ¡Tal salo botaste! Jojol responde: “En mi patria no hay déficit de salo”. El ruso piensa que te piensa, no tiene nada para jactarse, entonces agarró al tadzhik y lo tiró por la ventana. Jojol lo pregunta: “¿Pero que hiciste? ¿Por que tiraste al tadzhik por la ventana?
- “Lo tenemos demasiado en Rusia”.