En Moscú abrirán un Museo de la URSS

Grigory Révzin, un miembro del Consejo Urbanístico del fondo "Skólkovo", historiador y artólogo hace poco vivió una revelación divina (el subrayado es mío):

"Moscú no se ve como un centro cultural desde el punto de vista global. Si analizamos la agenda de Nueva York, verémos unas 60 noticicas culturales al día. En Moscú vemos 3 noticias mundiales al mes, y son negativas todas (gracias a RIA Novosti, Russia Today, Rusia Hoy). Es obvio, porque es así: durante los 20 años el apoyo de la cultura ha sido el apoyo de los artistas de la tardía época soviética (oportunistas y traidores, amigos personales de Yéltsin y del último alcalde de Moscú), que tenían influencia sobre el electorado. Todo esto es la cultura del consumo interior, que para la comunidad internacional no es importante ni interesante. En este aspecto Moscú esta totalmente fuera del proceso cultural. Ya es la hora de dejar de contar con el apoyo de Tolstoi y Dostoevski. ¡Ya no se puede explotarlos! Actualmente Rusia no forma parte de la cultura mundial, igual que la élite rusa no esta incluida en el torrente global.

En seguida surge la cuestión del brand de la ciudad: los representantes de la alcaldía de Moscú dicen que aquí nosotros estamos empezando desde el zero. Pero en realidad no es así, Moscú ya tiene cierta imagen. Desde el punto de vista de Europa y EE.UU, es una ciudad del gran poderío, del dinero loco, de las grandes posibilidades y riesgos, demasías, donde se puede ganar rápido y luego perder todo en absoluto. Es una imagen fija de Sin City - una ciudad de pecado, donde no hay ninguna cultura, aunque Moscú sea una ciudad bastante cultural para sus habitantes. No obstante desde el punto de vista del mundo, la ciudad no es así, por lo cual hay razón para realizar las 2 siguientes cosas.

Primero, nosotros debemos generar los acontesimientos culturales de la escala mundial, esto concierne a los estrenos, expocisiones etc. En el mundo pasan alrededor de 40 grandes expocisiones al año, en Moscú organizamos unas 2 y es muy poco. Segundo, es necesaria la actividad tradicional soviética de la propaganda  de aquel patrimonio, que es interesatnte para el mundo. Lo único, que nos hace interesantes hoy, es la URSS. Aquí tuvo lugar un fantástico experimento social, y sus resultados son superimportantes para todos. Lo que en Moscú no hay museo de la URSS no es correcto y no fomenta la reflexión de nuestra propia identidad. Es simplemente indispensable hacer tal museo, el cual será un patrimonio mundial".