jueves, 9 de mayo de 2019

V-E-day in Russia

El 9 de Mayo es uno de los puntos más altos de la humanidad. Pascua soviética, resurrección de la URSS después de su crucificción por el fascismo paneuropeo. El patrimonio del 9 de Mayo está formado por las poesías, literaturas y cine, equiparables por su calidad al Renacimiento, son una fuente del optimismo y la inspiración. No nos olvidemos de que el 9 de Mayo sea la final de la guerra en Europa (la URSS estuvo en esta guerra desde España), terminamos la 2GM en Asia en Septiembre (allí la URSS estuvo en guerra desde la invasión japonesa a China). O sea la URSS estuvo en la 2GM desde el inicio (España, China) y hasta el final (China).

Hoy en día la fiesta del 9 de Mayo está profanada en la UE por las elites “neutras”, que igualan su fascismo al comunismo ruso. En Rusia la fiesta está profanada por el putinismo: por un lado el sovietismo es el último refugio de los canallas y el grupo gobernante de Putin se adapta a la nostalgia pro soviética total del pueblo. Por el otro lado Rusia pos soviética está basada en la propaganda de Goebbels y vive cierta nacifiación desde arriba, igual que Ucrania, Kazakhstan o los bálticos. Aparecen los cosacos como un nuevo estrato social con su culto al ataman Krasnov, colaboracionista con los nazis. La Iglesia Ortodoxa Rusa fue unificada con la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, que apoyaba a los nazis. La bandera de Rusia es un tricolor del Ejército Ruso de Liberación (los soldados soviéticos echaron esta bandera entre otras banderas nazis al Mausoleo de Lenin durante el Desfile de la Victoria). El filósofo predilecto de Putin es un tal Ivan Ilyin, que con mucho gusto aceptó el nazismo alemán y promovía el fascismo paneuropeo.

O sea durante la celebración putinista del 9 de Mayo el Mausoleo de Lenin está tapado con una porqueria plástica, el ministro de la Defensa hace gestos mágicos religiosos, encima del Kremlin ondea la bandera del general Vlasov, toda la atención está centrada a la personalidad de Putin, inspirado por un filósofo pro nazi, Putin, rayado con el tema de los Romanov.

Los artistas serviles del régimen hacen las declaraciones públicas, que les dan pena tanto los nazis, como los rojos, que ambos lados eran víctimas de 2 totalitarismos y blablabla. No es un día de la Victoria, sino un día de la Tristeza y Reconciliación.

Sin embargo la RT sabrá mostrar toda la movida moscovita de tal modo, que en las periferias del mundo los televidentes vayan a pensar, que Putin sea un "comunista encubierto".

La amargura de la profanación del 9 de Mayo se acompaña también por el dolor de la impunidad del atentado del 2 de Mayo de 2014 en Odesa. El ejército de los trolles del régimen suele explicar, que la venganza debe ser el negocio de la gente de Odesa. También los trolles inculcan la idea, que los neonazis ucranianos sean todos agentes del Kremlin, necesarios para indignar la opinión europea. Que confusión esquizofrénica! A veces hasta aparecen los comentarios, que la tragedia ya fue vengada, pero en secreto (todo lo bueno del putinismo es un gran secreto). 

De todas formas, el 9 de Mayo para mi es un reproche. No es un motivo para decir: ¡vaya, que guapos somos! ¡Merecemos 13 días festivos en Mayo y 14 en enero! Al contrario, es una fecha para decir a sí mismo: debemos trabajar sin descanso para tomarse la revancha. No somos una horda de “untermensch”, como nos enseña el gobierno de Putin y el gobierno mundial, al contrario, tuvimos tiempos muy altos, el 9 de Mayo es una prueba de eso.

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